¡La aventura comienza temprano! Madrugón obligatorio para capturar la esencia del amanecer desde la cima de las majestuosas dunas. Después de este espectáculo, nos espera el desayuno.
Con energías renovadas, nos dirigiremos a Ouarzazate, atravesando el encantador Rissani, famoso por su Medina tradicional, considerada la más grande del Sur de Marruecos. Aquí, perderse entre callejuelas llenas de vida y colores es una experiencia que te transportará en el tiempo.
El viaje continúa hacia Alnif y Tazarine, dos gemas escondidas que revelarán paisajes cautivadores y autenticidad local. Pero lo mejor está por venir: el valle de Draa, un Edén de palmerales que se extiende como un tapiz verde en medio del árido paisaje.
Finalmente, el día culmina con un merecido descanso en un acogedor hotel, donde la comodidad y la hospitalidad son la regla. En la cena podrás probar la riqueza de la gastronomía local. Cada momento será tan apetecible como inolvidable. ¡A disfrutar!